8 bits, donde los gráficos eran tan buenos que tu imaginación tuvo que trabajar horas extra. Su sonido, más parecido a un robot con laringitis, era la melodía de mil horas de diversión. ¡Nivel de nostalgia: pixelado extremo!
8 bits, donde los gráficos eran tan buenos que tu imaginación tuvo que trabajar horas extra. Su sonido, más parecido a un robot con laringitis, era la melodía de mil horas de diversión. ¡Nivel de nostalgia: pixelado extremo!
Debes acceder para publicar una valoración.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.